Cuando salen nuevos dispositivos móviles, smartphones y tablets, surgen comparaciones con modelos similares de otras marcas. En las tablas comparativas de las especificaciones técnicas, hay un apartado que me ha llamado especialmente la atención porque apenas le daba importancia: NFC (Si o No). Hay muchos dispositivos que se han peleado por tener ya mismo esa tecnología y otros parece no importarle ya que no consideran que aporten suficiente valor al dispositivo. Y yo me pregunto, ¿realmente importa tanto el uso del NFC?. Para eso, lo mejor será remontarnos al principio de todo.

¿Que es NFC?

NFC (Near Field Communication, y en español Comunicación de Campo Cercano) es una tecnología de comunicación inalámbrica de corto alcance. Su implementación viene de mano de chips, los cuales se encuentran en múltiples formas: adhesivos NFC, tarjetas NFC, pulseras NFC…

Su uso esta destinado en la comunicación e intercambio de datos de forma casi instantánea. Sin embargo, su alcance máximo es de 20cm y su velocidad de transmisión es de 424 kbit/s, por lo que la tecnología NFC estaría destinada para transmitir datos de no mucho peso y a distancias cortas, buenas papeletas para ser usada en la identificación y validación de equipos y personas.

Hasta aquí todo claro. Los chips NFC nos aportarían una forma sencilla de identificación a la par que una forma fácil de transmitir archivos de no mucho peso. Así, un smartphone o tablet que disponga de esta clase de chip, nos ofrecerá esa función entre sus prestaciones.

De momento es buena idea, aunque me surje una duda que podría ser la detonante para ser un buen sistema de transmisión.

¿Que seguridad ofrece la tecnología NFC?

Esto es clave, ya que si es un método con una seguridad especialmente alta(aun sacrificando que no puede ser a mucha distancia) sería la solución perfecta para garantizar la privacidad del envío de archivos o la identificación personal.

Las transmisiones no tienen ninguna seguridad especialmente añadida, es decir, que se podría interceptar y copiar cualquier señal que se envíe desde un dispositivo con NFC a otro. La “ventaja” de seguridad con la que cuenta el NFC, es justamente la corta distancia a la que llega: para receptar la señal, habría que situarse a menos distancia de lo que podemos llamar nuestro espacio vital. Por lo que la posibilidad de robar nuestros datos existe (tal y como existe en otros métodos actuales de transmisión) y al tener un alcance tan corto, se arriesga a posibilidad de tener transmisiones con errores.

Beneficios de la tecnología NFC

Transmisión fácil y rápida de pequeños archivos a distancia corta y con la misma seguridad que los medios actuales, ¿eso que nos aporta a los consumidores?. Aquí os expongo una serie de usos ejemplo y lo que me parecen.

• Transmisión de pequeños archivos: Transferir música, video o fotos al acercar un dispositivo a otro. Los fabricantes de smartphones y tablets destacan sobretodo esta prestación para darle más importancia al chip NFC de su interior. Aunque para un uso eficiente del mismo, la transmisión se hace combinada con una señal wifi o bluetooth para poder alcanzar buena velocidad. Así que, esta función no la veo tan útil. Hablan que NFC ayuda a un menor gasto energético por la eficiencia del chip a la hora de establecer comunicación entre los dispositivos, pero si continua haciendo uso de una conexión wifi, la diferencia de gasto energético no es tan significante entre contar con el chip o no.

• Llave del coche e interacción con el mismo: Usar el móvil como llave para entrar en el coche e incluso encender el motor y compartir la música del teléfono con los altavoces del coche. Esto para mi sería un añadido como cualquier otro, beneficia pero como muchísimas cosas, no son necesarias. Si, toda la tecnología muchas veces se basa en ese “concepto estúpido” de beneficiar sin ser necesario, pero no noto que cambie mi forma de usar un coche o de ponermelo más fácil.
• Compras, identificación de tickets, y sacar dinero: Todo esto lo englobo al considerarlo un pack de lo mismo que esta asociado a una compra y/o cuenta bancaria. Con la tecnología NFC podríamos usar el móvil para comprar en un establecimiento, identificarnos a la hora de llegar a un transporte o evento e incluso sacar dinero de un cajero. Quizá estas funciones son lo más atrae  del chip NFC, la identificación o autorización personal de forma fácil y rápida, obviando papeles o tarjetas.

Conclusiones

Si nos fijamos a lo que la mayoría de nuevos dispositivos incluyen, diríamos que la tendencia de futuro para la tecnología NFC va en aumento, pero sería precipitarse.

Pensemos que para que esta tecnología funcione, no solamente depende de que los dispositivos cuenten con ella, también depende de que en todos los lugares donde poder hacer una función, este también implantada. Esto supone una gran inversión para algo que después de todo no es tan revolucionario, ya que como se comenta en el sector, hay muchísimas alternativas al NFC para hacer todo lo que viene a hacer, y por lo tanto, no se sabe si su uso acabará convirtiendose en algo prioritario u obligatorio. Ante esta duda, es complicado que los puntos donde sea útil, se atrevan a invertir sin que ofrezca nada especial.

Para más complicaciones, su mayor uso que sería el de pagos con el dispositivo, parece tener un gran rival en los servicios de billeteras digitales basados en la nube. Estas últimas, tendrían ventaja en no depender de un dispositivo concreto, con solo identificarse a la vieja usanza (nombre de usuario y contraseña) podría realizarse cualquier cobro. Y siendo sinceros, estos servicios llevan años, son más económicos de implementar, y no terminan de despegar. Por lo que parece que el NFC también puede quedarse en el mismo camino.

Pero bueno, todo es cuestión de tiempo, y el tiempo dirá el lugar que habrá para la tecnología NFC. Hoy por hoy, aun no he tenido ni la necesidad ni la oportunidad de tener que usarla, así que tocará ser escéptico hasta que la situación cambie y termine este “eterno despegue” del NFC.